Decía Benedetti que cinco minutos
bastan para soñar toda una vida.
Los sueños son bellos, por eso
siempre hay que soñar: soñarnos con otra vida, soñarnos realizando nuestros
proyectos, soñarnos de mil maneras diferentes.
Soñar no supone ningún esfuerzo,
realizar los sueños sí. Un día me soñé escritora. Publiqué un blog;
luego lo dejé. Aunque lo cierto es que nunca he dejado de sentirme escritora pese a que abandonara mis publicaciones.
luego lo dejé. Aunque lo cierto es que nunca he dejado de sentirme escritora pese a que abandonara mis publicaciones.
Cualquier momento es bueno para
retomar un sueño. Yo ahora retomo el mío. No veía el momento oportuno: llevo
soñándolo desde el verano. Hoy por fin, me decido a hacer oportuno el momento.
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