Cuando escribía la entrada anterior logré formular con palabras una idea que llevaba mucho tiempo rondándome por la cabeza. Viene a resumir a que vivimos la navidad como un hecho multicultural, un concepto que aprendí cuando me formaba como enseñante de idiomas.
Si bien es cierto que la idea predominante siempre ha sido el sentido religioso
del cristianismo –nacimiento y la adoración de los reyes–, no es menos importante la figura de Santa Klaus en la celebración de estas fechas. Todos tenemos en la mente una imagen muy concreta de Santa Klaus: vestido de rojo, montando en un trineo tirado por renos y cargado de regalos…
del cristianismo –nacimiento y la adoración de los reyes–, no es menos importante la figura de Santa Klaus en la celebración de estas fechas. Todos tenemos en la mente una imagen muy concreta de Santa Klaus: vestido de rojo, montando en un trineo tirado por renos y cargado de regalos…
He investigado un poco sobre el origen de este personaje y he encontrado varias teorías. No es tiempo para contrastar la veracidad ni para entrar en detalle. Parece ser que sí se remonta a un antiguo obispo –religión otra vez, aunque solo en origen–, a quien a lo largo de los siglos se le ha ido añadiendo más detalles: descripciones literarias, imagen comercial. Para llegar a la imagen que de él tenemos en la actualidad.
Lo significativo para el caso que vengo a contarles es la mezcla de elementos, la mayoría paganos en la creación del mito de Santa Klaus para apoyar mi idea de diversidad cultural. Y Santa Klaus está tan asentado en la tradición navideña que resultaría muy difícil desligarlo de la navidad.
La peor parte en esta historia, es el abuso de los comerciantes, que han visto en esta figura generosa que reparte regalos por doquier un buen filón para llenar sus bolsillos. Aunque todos estamos agotados de repetir todos los años la misma historia de comprar regalos, esto forma parte de la sociedad de consumo, modelo social imperante y mucho me temo que este excesivo consumismo terminará siendo parte de la navidad.
Aun cuando todas estas ideas están suficientemente asimiladas en la sociedad actual, formular la navidad como un hecho multicultural, para mí supone un alivio quitar el poco sentido religioso que están fechas pudieran seguir teniendo. Teniendo en cuenta todo esto, creo que de ahora en adelante disfrutaré más de la navidad.
¡Feliz navidad!
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