Ahora que tengo mi blog y me estoy demostrando que también puedo escribir para otros, solo me queda conseguir a «otros» que me lean. Decidí que sería muy buena idea darlo a conocer a través de las redes sociales.
A mis amigos del Facebook –o Libro de los rostros– ya les he
hablado en alguna ocasión y les seguiré hablando; ese camino no
presupone mucho problema.
Tenía que dar, sin embargo, un paso más y acercarme al mundo Twitter. Al principio me daba un poco de reparo porque no conocía a nadie que lo usara y siempre parece más fácil cuando se sigue algún modelo. Dejando de lado esta y cualquier otra excusa que se me pudiera ocurrir al paso, decidí registrarme para ver qué demonios era eso. Lo único que sabía acerca de esta red social es que cualquier tipo de comentarios no podía exceder de ciento cuarenta caracteres.
hablado en alguna ocasión y les seguiré hablando; ese camino no
presupone mucho problema.
Tenía que dar, sin embargo, un paso más y acercarme al mundo Twitter. Al principio me daba un poco de reparo porque no conocía a nadie que lo usara y siempre parece más fácil cuando se sigue algún modelo. Dejando de lado esta y cualquier otra excusa que se me pudiera ocurrir al paso, decidí registrarme para ver qué demonios era eso. Lo único que sabía acerca de esta red social es que cualquier tipo de comentarios no podía exceder de ciento cuarenta caracteres.
Chupado. En un par de cliks y con un par de datos ya tenía creado mi perfil. Ahora solo quedaba comenzar a twitear, de hecho, la página de inicio me instaba a escribir el primer tweet. Antes yo quería saber un poco más, así que comencé a investigar por aquí y por allá, cuando uno de mis cliks me abrió la página de mis seguidores.
Cuál sería mi sorpresa cuando descubrí que ya tenía ¡dos seguidoras! Asombroso. Por un lado, esto me hace dudar de si seguir adelante con ello o dejarlo caer en el olvido. Todavía no había aportado ningún pensamiento, nada de mí; ni siquiera había rellenado la página de mis intereses. ¿Cómo es posible que ya tenga seguidores? ¿Qué siguen estás dos personas? Por otro, mi ego inflamado de orgullo podría afirmar algo parecido a: «¡Soy un genio! Todavía no me he manifestado y hasta la gente me idolatra».
Cuál sería mi sorpresa cuando descubrí que ya tenía ¡dos seguidoras! Asombroso. Por un lado, esto me hace dudar de si seguir adelante con ello o dejarlo caer en el olvido. Todavía no había aportado ningún pensamiento, nada de mí; ni siquiera había rellenado la página de mis intereses. ¿Cómo es posible que ya tenga seguidores? ¿Qué siguen estás dos personas? Por otro, mi ego inflamado de orgullo podría afirmar algo parecido a: «¡Soy un genio! Todavía no me he manifestado y hasta la gente me idolatra».
Seguro que, cuando llegue el momento, me enorgullece tener seguidores, pero ojalá que sigan algún criterio distinto al de la página en blanco.
Ole!! Dos seguidores!! Voy a hacerme un Twitter para sentirme bien con esta oleada de seguidores... Bueno, no te olvides de los facebookeros, que te seguimos siguiendo... Por cierto, que es eso de la letra "ye"? El mundo está loco... ¡Besos! Su.
ResponderEliminarHola Su:
ResponderEliminarTranquila, aunque estoy haciendo mis pinitos tuiteando nunca me olvidaré de la gente que estáis en el facebook (¡qué adición!).
Y a propósito de la letra “ye”, tan solo se trataba de dar que hablar a la gente, para que conocieran la nueva versión de la ortografía. Porque los españoles seguiremos conociéndola como “y griega” y los latinoamericanos como “ye”, hay cosas que no se pueden unificar.