La nueva ortografía de la Academia

El anuncio de la próxima aparición de una nueva ortografía de la Academia de la Lengua me produjo cierto entusiasmo, como lingüista y amante de la buena escritura que soy. Entre las novedades parece ser que incluirá un apartado sobre la puntuación, cosa que no voy a negar, me alegró, pues venía haciendo falta. Aunque bien es cierto que es una obra de referencia, y me cuesta imaginar a un
ciudadano cualquiera consultando sus dudas ortográficas –espero equivocarme– para escribir correctamente.

Quería aprovechar esta excusa para escribir una entrada sobre los malos usos ortográficos, no solo de los adolescentes, que como educadora me toca sufrir, sino también de los errores de cualquier adulto que, por ejemplo, escribe en foros y otros sitios de libre acceso de internet sin ningún aprecio por la gramática ni por la ortografía.

Quería hablar de la general apatía en el uso de las tildes, cuando muchas veces son necesarias para diferenciar entre varios significados en palabras con la misma grafía, y en el uso de las mayúsculas; de la eterna lucha con la h, que aparece donde no debe y desaparece donde debe estar, y de la confusión entre b y v; del desconocimiento del punto (.) para finalizar oraciones en lugar de hacerlas eternas; por no decir de las palabras cuya escritura desconocen totalmente.

Pero resulta que la gente escribe mal aposta, sobre todo en internet, generando todo un arte cibernético que ha creado escuela, los denominados hoygan u hoigan –sí, sí, en mayúsculas–. Claro, no podía ser real que nadie, absolutamente nadie, supiese escribir correctamente una simple oración de unas pocas palabras, risa incluida.

Así que HOYGAN, si esto de escribir mal resulta ser toda una lengua, me callo y me quedo sin entrada. ¡Vaya chasco el mío!

PS. Si quieren saber más sobre estos atentados lingüísticos, digo sobre cómo comunicarse en internet y no morir en el intento, lean este el enlace –todo un tratado–: http://www.hoygan.com.es/faq. De verdad que no tiene desperdicio.