Superar un lunes no es ciencia ficción

Lunes. Pasas la página de la agenda y aparece una página en blanco: una semana todavía por construir. Han quedado muchos planes pendientes de la semana anterior, hay otros nuevos por desarrollar. Quizá sean demasiados e inabarcables, pero no importa. 

¡Lunes! El día en que por fin, la suerte ha de cambiar de rumbo. Esta vez sí, vas a aprovechar el tiempo al máximo para hacer todas esas cosas pendientes por hacer; te vas a tomar la vida más en serio. Este lunes sí o sí va a ser el definitivo; como lo iba a ser el lunes anterior, y a su vez cada lunes del calendario. 

Y agendas tareas, marcas propósitos, te fijas retos que siempre han estado ahí. Acumulas tareas por hacer pendientes desde no sabes cuándo. Planes que luego se quedan sin tachar porque el día ha transcurrido en otros menesteres que no tenías pensados. 

Como si por el hecho de que la agenda marcara lunes en el calendario, de repente algo fuera a cambiar dentro de ti, en el cosmos tal vez, y a mejorar como por arte de magia. Como si por tener los planes apuntados se fueran a cumplir sin que hagas un esfuerzo por conseguirlo. 

Llevas toda una vida persiguiendo unos sueños, unas metas que hay que cumplir. Y acaso no te hayas preguntado nunca si esas mejoras que quieres en tu vida son realmente sueños tuyos o tal vez los hayas adoptado siguiendo los usos que dicta la sociedad. ¿Realmente quieres hacer ejercicio dentro de un gimnasio o prefieres salir al monte a hacer senderismo? ¿Quieres aprender inglés o prefieres hablar japonés? 

Son buenos propósitos hechos en la noche de un domingo, después de haber hecho un pequeño balance de lo ocurrido durante la semana que acaba de terminar. Ganas de cambiar el mundo, de elegir cuándo ser feliz, de dirigir tu destino. 

Pero el cambio no se produce cuando pasas la página de la agenda y puedes modelar tu nueva semana a tu antojo. Ningún lunes llegará ese cambio; ningún lunes te sorprenderás trabajando en tus metas solo por ser lunes. Si antes no provocas un cambio desde dentro, conociéndote, sabiendo quién eres y quién quieres ser, adónde quieres llegar.