Que una persona de mi edad haga una afirmación semejante raya, quizá, la locura. Y sin embargo, desde hace mucho siento la necesidad de dedicarme a escribir, profesionalmente hablando quiero decir. Tener el oficio de escritor siempre ha tenido mala fama. No hay más que echar un vistazo a un manual de la historia de la literatura para comprobar cuántos escritores vivieron en la miseria. ¿Y escritoras? Probablemente peor sea el panorama.
Mis ganas por vivir de la escritura han ido creciendo en los últimos años. Sobre todo desde que no paro de encontrar por internet una serie de páginas cuyos textos son un horror.
Son unos artículos, por llamarlos de alguna manera, muy bien vendidos. Tienen unos títulos impresionantes, que te hacen clicar en busca de una historia apasionante, pero cuando la abres, te encuentras con una presunta noticia tediosa, con una mala argumentación y una estructura caótica o una narración con una trama mal entendida. Por no decir que nunca resuelve lo que el título te ha prometido, con lo cual te quedas con la duda de qué pasaba.
Puesto que me siento con mucho más talento para la escritura que cualquier autor anónimo que redacta este tipo de documentos, decidí que ya iba siendo hora de plantearme seriamente trabajar como redactora. Si hay gente trabajando de ello y escribe de esta forma, ¿por qué yo no puedo hacerlo?
Así pues, busqué algo de información para saber cómo desempeñar este trabajo. Me interesaba saber qué requisitos pedían y cómo comenzar a trabajar ya que no existe ninguna carrera ni curso que te avale como escritor profesional. Y me topé con una serie de páginas que pagan por escribir en internet.
No sé si lo que encontré fue esperanzador o humillante. Parecía bastante fácil acceder a este trabajo, previo registro. Sin embargo, ofrecen un salario tan miserable que es difícil dedicarse a ello y llegar a fin de mes. Obviamente, desde estos mismos sitios web te hacen la trampa, porque atraen tu atención ofreciendo algún dinero por hacer algo que te gusta, es decir, ganar un salario extra que puedes obtener con tu afición.
Después de esta pequeña investigación no pude sino preguntarme: si este tipo de páginas ofrecen noticias, ¿en qué lugar queda la gente que se ha formado como periodista? ¿Estará condenada de por vida a ejercer su profesión como si fuera una mera afición?
Es obvio que ser escritora es complicado. Pero qué no es complicado en estos tiempos que corren… Sin embargo, no estoy segura de querer ejercer un trabajo desde donde contribuyen a denostar el oficio de escribir.
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